Deja vu...

Soy una persona de recuerdos, de eso no cabe duda alguna. Algo que me pasa muy seguido, es imaginar que me encuentro a una persona e imaginar todo un escenario entre dialogos y sonidos ambientales.

Hoy dentro de un elevador me encontré con una persona que antes me había ofrecido un empleo -que tal vez no era mi empleo de ensueño- que era algo a lo muy emocionada me dedicaría por un tiempo.
Para mi, dirigirme al 5to piso del edificio al que me dirijo todos los días sé que significa muerte y destrucción, así que para mi mala suerte ese caja de metal abrió sus puertas ante tal infierno y ahí estaba él, con unos ojos llenos de bondad, una sonrisa difícil de odiar y un lindo peinado con mucho gel.

Al dirigirse a mí, tomo mi hombro con su brazo izquierdo y me lanzó un beso en mi mejilla izquierda preguntándome acerca de mi día y qué tal me ha tratado la vida, yo simplemente lanzaba miradas perdidas en el elevador através de 5 pisos de eterno dolor contestando cosas como: "bien", "mas o menos", "¿cómo te va?".

En mi cabeza sólo podía pensar en preguntarle el por qué no me había dado el empleo y si no necesitaban gente para otras labores, pero las callé como la linda y sumisa señorita que me enseñaron a ser.
Por fin el elevador se detuvo y entre gente queriendo entrar y salir, lo vi a lo lejos con su linda sonrisa levantando su mano despidiéndose de mi, corrí como si una manada de hienas me persiguiera para comerme y desaparecí entre la gente esperando entrar al metro más cercano.

No me molesta el hecho que se comportara como una buena persona conmigo, ya que la única razón por la cual no me dio el empleo es que no estoy capacitada para él.
Me molestó el hecho que no estoy calificada para hacer lo que me gusta.