Friday, September 26, 2008

Every Little Stain...

Ayer me topé con un demonio, pensé que saldría mal librada pero heme aquí escribiendo sobre aquello que hizo mis ojos casi lagrimear.


Que demonio era aquel que con sus ojos juzgantes y su sonrisa hizo que aún con mi pequeña estatura escondiera mi integridad detrás de un ente inocente; sin desear mal llegue a mi escondite con una sonrisa nerviosa, azotando la puerta detrás de mí, mientras miradas conocidas me tranquilizaban el interior.


Aunque por un momento la tranquilidad me invadió, una situación hipotética merodeaba por mi cabeza, se instalaba y no veía una salida ante aquella abrumadora situación.

No me enorgulleció ver la gordura de su cuerpo, ni como su notoria falta de elegancia impregnaban el lugar mientras caminaba, ese demonio nunca se iría, estaría ahí siempre.


Mientras se intercambiaban las miradas, el demonio sobrellevaba una lista de todo mi ropaje, aún no se para que lo necesitaba así no hice nada para detenerlo, ahí me encontraba yo lado a lado con ese demonio carente de una belleza nata, mientras pensaba que en algún punto llamaría a la manada de arpías, aunque no lo hizo no deje de sentirme insegura ante las miradas, ante las acusaciones.


Así que ahí estaba yo, lado a lado con un demonio carente de belleza nata.

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