Día 3 ya en nivel 5.

La paranoia está a todo lo que da, yo vivo en Guanajuato dónde la gente aún con inocencia pasea con sus hijos por las calles, saluda a la gente de beso, le pone diseños coquetos de sonrisitas con lenguas de fuera a sus cubrebocas, por las tardes va al super a comprar pan para pasar esas tardesnoches familares.

Mientras tanto mis hermanos y yo nos encontramos solos en la casa de los papás, mientras ellos se encuentran en racoon city (ay los papás tan temerarios).

Vamos en el día 3 y sólo hemos comido arroz, que va mejorando conforme avanzan los días, me despierto temprano para barrer la casa y alimentar a los kilos de animales que tenemos (dos cuyos, un conejo gigante, un pollo que me ataca y un perro con cuerpo de zeppelin). Se que ver tantos programas de detectives médicos me hará mal algún día pero no puedo evitarlo.


Estás son las medidas que he tomado cada vez que salgo de mi casa, no quiero ser INFECTADA (ignoren la sangre).

Mi madre que se encuentra en la ciudad de México me cuenta que la ciudad esta desolada, nadie se quiere acercar a ella (VAMOOOSS, somos del norte necesitamos contacto humano, ya saben, la quebradita, la tambora, la horshata), eso la deprime, no depriman a mi madre ella no polea con nadie más que con las aeromozas (jo).

En otros rumores dicen qué en la ciudad de México están vendiendo tapabocas reciclados y todavía a 50 pesos, qué tan cierto es eso nuestros compañeros capitalinos probablemente escribirán sobre esto más adelante.

Me retiro, mientras tanto abracenme no tengo influenza.