Mi día con el peluquero...

Que ya por fin me decidí a cortarme el cabello que desde hace 6 meses no lo hacía, ya no tenía forma era como un nido de pajaros y sabe papito dios que todo lo ve que más.
Como el cliché más grande del mundo me atendió una persona de gustos sexuales "diferentes", y que pues lo clásico "¿tienes alguna idea?", y pues la verdad no la tenía, así que le dije que me hiciera algo que me quedara bien pero ya no lo quería TAN corto.
Emocionado por la libertad creativa que le había dado estaba que no se la podía creer y me dijo "ay mejor no te digo cómo te lo quiero cortar porque te me asustas", obviamente me asusté y le dije que me dijera.... La opción que me dio era ¡¡¡YURI!!!, ¿se imaginan?

Pues vale que le digo que la verdad no lo quería cortito y le dije que un copetito coqueto con un desgrafilado, para eso de mis cortes de V de Vendetta.
Ante mis comentarios se indignó diciendo que tenía un cuadro perfecto en mi cara y eso de los copetes NO.

Representación tridimensional de mi cuadro perfecto.

Me sentí realmente triste, me gustan los copetes, pero ante eso un rotundo ¡NO!.

Y se preguntarán el porque del cebollence, pues resulta que TAMBIÉN me dijo que el corte que me habían hecho estaba MAL, porque me hacía ver como la carita de scream ¬¬ a ver ¿eso qué?, entonces ahí estaba sentanda frente a un espejo que resaltaban mi cara grasosa/granosa/espantosa mientras un hombre con las cejas mejor depiladas que las mías me decía que me veía requete mal.

Así que pensé en raparme y decir ya por fin que esa era la razón por la cuál me veía tan mal cada día.


¿Pero qué creen?


Me hizo un cortecito cincuentero que me hizo sentir la futura esposa de un presidente muerto o Loise de Malcom, lo que venga primero.

Espero no regresar en un BUEN tiempo porque no solo salí con la autoestima un -20% si no que me quemaron el cuero cabelludo. ¡BASTARDOS!